Sociedad Jose Marti

viernes, agosto 16, 2019

segundo periodo especial cuba


Aug 16 at 5:32 PM
Con el "Periodo Especial II", que en su fase inicial ya agobia a los cubanos de a pie, esta vez viene de la mano un fantasma que le da características nuevas, dramáticas: la crisis socioeconómica en esta ocasión es terminal. No tiene solución a menos que se desmantele el estatismo estalinista, a lo que se niega el dictador Raúl Castro.
Y es que no hay en el horizonte internacional ningún otro posible "paganini" (mecenas dadivoso) dispuesto a hacerse cargo de mantener la economía más parasitaria del mundo, absolutamente incapaz de autosustentarse.
La única solución posible es liberar las fuerzas productivas, pero la alta burocracia comunista, coordinada por Díaz-Canel, lejos de dar más espacio y libertades al sector privado para que haya más alimentos, bienes y servicios de todo tipo y poner fin a la pobreza  —ya de dimensión africana—, lo que hace es acosarlo con más trabas, controles y prohibiciones.
Desde el 1 de agosto están en vigor topes de precios y nuevos impuestos sobre el salario.  En La Habana y otras provincias rigen techos máximos para los precios de las cervezas, refrescos, maltas; jugo, néctares y zumos, aguas, precisamente los productos que aportan el grueso de sus ingresos a decenas de miles de cuentapropistas, según dijo Víctor Manuel, uno de ellos, quien aseguró: "De esto no vamos a recuperarnos". 
Para la emprendedora Rebeca Monzó  el propósito del tope de precios es "acabar con los negocios privados", porque"tienen más éxito que los negocios estatales".
A la intransigencia jurásica de la cúpula "histórica" se suma la ineptitud e ignorancia de los burócratas más jóvenes. Los fundadores de la "revolución" mataron a mediados del siglo XX  la gallina de los huevos de oro, la economía de mercado. Desde entonces hay en la Isla un desconocimiento tal de las leyes económicas que ya pasó al ADN del castrismo.
Así, Díaz-Canel asegura que el tope de precios para el sector privado evitará que se dispare la inflación luego de haber lanzado a la calle 7.000 millones de pesos adicionales en un aumento de salarios. Por no haber en Cuba una verdadera cultura económica, la "burguesa", muchos creen que el aumento de salarios, si es acompañado de un tope de precios, mejorará su nivel de vida. Craso error. Será al revés, empeorará el "Periodo Especial II", porque agravará la escasez al reducir la oferta de todo. Y los precios en general subirán, en el mercado negro o informal y  también en el formal.
Con tope de precios el tiro sale por la culata
Lo explicó muy gráficamente un productor privado de carne de cerdo en Holguín llamado José Ramón, al periodista de DIARIO DE CUBA Osmel Ramírez. Él tiene ahora un tope de precio para vender, pero "la comida de los animales sigue carísima. Si no nos da negocio, cómo vamos a seguir criando".  Elemental, si no hay ganancia para quien la produce habrá cada vez menos carne de puerco, y encima más cara.
Es simple, los productores privados de alimentos, y de cualquier cosa, al ver caer sus ganancias por el tope de precios producen menos, o no producen, o colocan lo producido en el mercado negro, pero obviamente más caro, para cubrir sus costos al pagar más al Estado por los insumos y equipos, y por el riesgo que corren al comerciar clandestinamente sin pagar impuestos.
O sea, la medida "anti-inflacionaria" del Gobierno socialista lo que va a conseguir es más inflación. Todos los productos, y particularmente los alimentos, serán más caros que antes de que se impusieran los topes de precios. Aquí el tiro sale por la culata, para decirlo en buen criollo.
Y lo peor, la inevitable subida paulatina de los precios no solo engullirá los aumentos de salarios, sino que reducirá los ingresos reales familiares a niveles más bajos que antes de haber sido aumentados, pues el exceso de dinero en circulación, sin un aumento de la producción y los servicios, devaluará la moneda. Caerá  el poder de compra del CUP y del CUC. Todos serán más pobres aún. Y habrá que pagar más por menos.

Presentado por Ricardo Calvo